(Escrito originalmente en Abril de 2017)
Hoy os voy a explicar con pelos y señales la gran experiencia que tuve hace unos días durante el curso de Kriyas en Yoga Ashram, así que aviso: si eres aprensivo puede que no te lo pases muy bien leyendo esto, ya que va a ser algo escatológico. Si realmente te interesa todo lo relacionado con el Yoga, a parte de las asanas, meditación y pranayama, entonces sigue leyendo porque esto es para ti.
Muchos ya conocéis más o menos mi historia, pero para los que no, os pondré un poco al día. Empecé mi formación como profesora de yoga en Yoga Ashram, en Caldes de Montbui en 2013, cuando mi hija tenía sólo un añito. Completé el primer curso normalmente e hice el segundo embarazada de mi hijo. La formación en el Ashram es extensiva y dura como mínimo dos años (lo digo porque sé que hay gente que se sorprende). La cuestión es que durante esos dos años conseguí hacer todos los módulos, hacer las prácticas, escribir mi tesis y defenderla pero no pude hacer los kriyas porque algunos no son recomendables durante el embarazo o la lactancia. Así que he tenido que esperar casi dos años para hacerlos (aunque en realidad hacía muchos más años que andaba evitándolos) y es por eso que para mí eran tan importantes y me he pasado las últimas semanas taladrando a todo el mundo con el tema. ¡Por fin iba a acabar mi formación!
¿Pero qué son los Kriyas y por qué no has podido hacerlos antes?, os estaréis preguntando. Pues aquí os dejo un pequeño resumen.
Los kriyas son también conocidos como los Shatkarmas ("6 acciones" en sánskrito) y son 6 técnicas de purificación yóguicas que aparecen el Hatha Yoga Pradipika de Swatmarama, uno de los libros más importantes en la tradición del yoga. ¿Y por qué es importante purificarse? Siguiendo el principio de Saucha, para que nuestra mente pueda estar tranquila y centrarse en la meditación, necesitamos hacer limpieza y apartar todo aquello que nos haga daño o no nos aporte nada bueno, tanto a nivel físico y externo (limpieza, orden, higiene personal) como interno (pureza de pensamiento, de palabra y de intención). Si os interesa saber más sobre saucha, os recomiendo que echéis un vistazo a mi último artículo en el blog: http://mamairya.blogspot.com.es/2017/02/saucha-la-pureza-no-juzgues-no.html.
¿Y qué técnicas son esas? A continuación las enumero:
Neti, lavado nasal
Dhauti, lavado de esófago y estómago
Nauli, movilización de la musculatura abdominal
Basti y Shanka prakshalana, lavado de intestinos y recto
Kapalabhati pranayama, la respiración del cráneo brillante
Trataka, ejercicio de ojos
Estas son las 6 categorías que Swatmarama mencionó en el Hatha Yoga Pradipika, pero cabe señalar que dentro de cada categoría existen una gran variedad de ejercicios y cada ejercicio puede tener muchos nombres distintos. La mayoría de escuelas suelen especializarse en unos pocos ejercicios, especialmente las occidentales, donde algunas de estas técnicas tan peculiares rara vez se enseñan. Más adelante veréis que algunas de ellas son especialmente impactantes.
Mi objetivo de hoy es contaros como fue mi experiencia con los 5 kriyas que me han enseñado mis maestras en Yoga Ashram y cómo he conseguido vencer un bloqueo y muchas aprensiones que tenía acumuladas desde hacía años. Las 5 técnicas que aprendimos durante ese fin de semana fueron las siguientes, en orden cronológico:
Kunjala, lavado de estómago
Jala Neti, ducha nasal
Jihva Sodhana, limpieza de lengua
Sutra Neti, masodrenaje del cavum
Shanka Prakshalana, lavado de intestinos
Todas estas técnicas englobarían las categorías de neti, dhauti y shanka prakshalana antes mencionadas. Durante ese fin de semana no hicimos nauli, kapalabhati o trataka, ya que estas se trabajan con frecuencia en las clases de Hatha Yoga durante la semana y la gente suele estar más familiarizada con ellas.
Os haré un resumen rápido de estas tres últimas y luego me centraré en las técnicas que trabajamos durante el curso.
NAULI
Uddiyana bandha consiste en movilizar la musculatura abdominal mientras mantenemos la Uddiyana Bhanda. De pie, con las manos apoyadas sobre las rodillas, relajamos el abdomen y soltamos todo el aire. Aquí tendremos que apretar un poco la barriga para poder escurrir los pulmones y entonces haremos una falsa inspiración: haz como si quisieras coger aire pero sin dejar que este entre ni un poquito ni por la nariz ni por la boca. Notarás que el diafragma sube y se hace una cueva en el abdomen. Cuando tengas la necesidad de inspirar, dejas que el aire entre solo y entonces repite todo el ciclo. Una vez domines Uddiyana Bandha, puedes pasar a nauli, intentando mover la musculatura abdominal hacia dentro y hacia afuera y en sentido circular mientras mantienes la Uddiyana. Yo el nauli lo llevo regular, ya que me cuesta mucho aislar el recto abdominal. Este ejercicio hace un potente masaje a todos los órganos internos, ayudando así a desintoxicar. Un día dedicaré una entrada completa solo a Uddiyana y Nauli porque la verdad es que dan para mucho. De momento, si queréis ver qué aspecto tiene, podéis echarle un vistazo a este vídeo:
KAPALABHATI Kapalabhati pranayama
Esta técnica la he explicado en otras ocasiones. Es fantástica para cuando estamos cansados, agobiados y estresados y tenemos la sensación de tener la mente espesa. En sánskrito, kapalabhati significa "cráneo brillante" y realmente la sensación que te queda después de practicarlo es de limpieza, ligereza y alivio. Se trata de soplar fuerte por la nariz para poder expulsar restos de aire residual del fondo de los pulmones. Limpia las vías respiratoria, calma la mente y aclara las ideas. Me encanta hacer este cuando estoy súper estresada a final de trimestre. Podéis ver un pequeño tutorial de cosecha propia a continuación:
Aviso: el vídeo está en catalán, pero no es nada complicado de entender si prestáis atención.
TRATAKA
Este es un ejercicio para los ojos. Consiste en mirar algo fijamente. Hay diferentes maneras de hacerlo. Una de las más conocidas es usando una vela. Tienes que mirar la llama fijamente, sin parpadear, dejando que la imagen se quede grabada en tu retina. La que os muestro en la foto es una técnica de esas que no me gustan nada por la incomodidad que siento. Sentado en vajrasana, tienes que mirar fijamente la uña de tu dedo pulgar sin pestañear y sin mover la cabeza. Mueves el brazo adelante y hacia los lados, muy lentamente, siempre siguiendo el dedo con la mirada pero no la cabeza. Este ejercicio me suele dar algo de dolor de cabeza y mareo. Va muy bien para aliviar la vista cansada y mejora la concentración.
¡Y ahora, vamos al lío! Los kriyas de mi fin de semana de formación!
Antes de hacer este viaje a través de los kriyas conmigo, quiero hacer una advertencia:
NO DEBES INTENTAR HACER NINGUNA DE ESTAS TÉCNICAS POR TU CUENTA SIN HABERLAS APRENDIDO DE UN MAESTRO.
Mi intención hoy es resumir mi experiencia, y por eso no voy a entrar en detalles ni a explicar cómo se realizan los kriyas en profundidad. Si queréis aprender, haced como yo y haced un curso o taller. Es lo más sensato.
¿Preparados para hacer un pequeño viaje conmigo? Adelante.
KUNJALA O LAVADO DE ESTÓMAGO
El fin de semana de kriyas empezó bien fuerte y con la técnica que siempre me había causado más rechazo: el Kunjala. Kunkajala es una técnica de Dhauti, o lavado de estómago, que también se conoce como Gaj Karn, la purga del elefante. Cuando los elefantes comen alguna cosa que les sienta mal y quieren purgarse, se meten la trompa por la boca hasta el estómago, agarran los contenidos y los sacan. Pues bien, las personas también podemos hacer algo parecido.
Kunjala consiste en beberse en ayunas unos 8 vasos aproximadamente de agua calentita con sal (lo que vendrían a ser 2 litros) de una sentada, sin parar y acto seguido provocar el vómito y vacíar el estómago en su totalidad. Lo sé, impacta y mucho. Y no, no es broma. Esto se hace. Esto lo he hecho y lo estoy haciendo, porque tiene que ir repitiéndose con cierta frecuencia, y de hecho la primera semana tienes que hacerlo cada día. Hacía años que oía a la gente hablar del kunjala y también había visto a algunos practicarlo y siempre, siempre, pensé que yo jamás de los jamases sería capaz de hacer tal cosa. ¿Vomitar? ¡Qué horror! Aquí hay diferentes pensamientos que nos bombardean el cerebro. El primero es que solemos relacionar la idea de vomitar con la sensación desagradable de estar enfermos y encontrarnos mal. Pues bien, haciendo kunjala no estás enfermo, así que tal sensación no existe, sólo está en tu cabeza. Segundo, es sólo agua con sal, no sabe a nada y no te va a hacer daño en la garganta. ¡Pero es agua con sal! ¡Qué asco! Bueno, es solo una cucharada sopera en 2 litros de agua, como tomarte un caldito. Se trata sólo de miedos, aprensiones y bloqueos a los que debes enfrentarte como un yogui: respira profundamente, concéntrate y no te dejes llevar por las emociones o pensamientos negativos. Yo decidí enfrentarme a mi primer Kunjala con la mente fría y sin pensar. Casi que para esto es mejor no pensar nada, simplemente actuar. Tuve la suerte de tener a Swamini Ajna conmigo guiándome y enseñándome y rellenándome la taza cada vez que me la terminaba. Centré la mente y la mirada y me dediqué a tragarme el agua del tirón: glú, glú, glú... Y cada vez el estómago pesaba más. La taza era muy grande, así que creo que no llegué ni a 6 que ya me vinieron unas ganas incontrolables de devolver. Me incliné un poco, me metí 3 dedos en la boca y todo fuera. Reconozco que la sensación en sí no fue agradable ni placentera, pero sí sentí mucho alivio cuando todo terminó. Respiré tranquila y fui consciente de que acababa de enfrentarme a algo que hacía años de lo que huía por aprensión. ¡Booom! Subidón. Después de eso el resto de kriyas me parecían poca cosa en comparación. Aquí os dejo un mini video acelerado de uno de los kunjalas que he hecho en casa durante la semana siguiente al curso. Lo que serían mis deberes, vaya. Sé que el cuarto de baño no es demasiado glamuroso, pero hace su función. Si eres aprensivo, te recomiendo que no lo veas hasta el final.
¿Por qué deberíamos hacer kunjala? Porque no sólo ayuda a limpiar el estómago, esófago y glándulas salivares, sino que también combate migrañas de origen digestivo, fermentaciones y gases, acidez, descongestiona el hígado y el páncreas y muchas maravillas más. Existen otras técnicas de Dhauti bastante más intensas que no practicamos en el Ashram, como sería el caso de Vastra Dhauti, que consiste en engullir unos cuantos metros de venda y dejar que salga un extremo, movilizar todo el estómago haciendo nauli y finalmente extraer manualmente la venda tirando de ella. Esta personalmente me parece muy "hardcore", pero no dudo de su utilidad. Si tenéis curiosidad, mirad este vídeo, pero si sois muy sensibles, mejor pasad de largo.
JALA NETI
Jala neti, la ducha nasal, es una técnica que llevo más de 6 años practicando con mucha frecuencia y es, sin lugar a dudas, el kriya más agradable de todos los que hice ese fin de semana. Jala neti es una de las técnicas de Neti, lavado nasal y, aunque impresione bastante al verlo, es mucho más fácil e inofensivo de lo que parece.
Jala neti consiste en introducir agua caliente con sal por un orificio nasal y dejar que salga por el otro. Sí, has leído bien. No, no duele. No, no pica. Sí, el agua tiene sal pero no pica porque tiene la misma concentración que tus lágrimas y tu sangre. En este caso, si el agua no llevara sal, hacer jala neti sería molesto, desagradable e incluso doloroso. Así que sí, la sal es necesaria. Recuerdo que la primera vez que me dijeron de hacer esto pensé que me estaban tomando el pelo y después, al entender que iban en serio, sentí una necesidad casi incontrolable de irme de allí en aquel momento y no volver jamás. ¿Esto es yoga? ¿Estamos locos o qué? Bueno, pues me alegro de no haber huido como una cobarde aquel día porque jala neti se ha convertido en mi arma infalible contra los mocos del resfriado y en la mejor manera de limpiar las fosas nasales antes de hacer pranayama. A continuación os he dejado un pequeño video tutorial para que veáis como se hace. Nota importante que no menciono en el video: mantener siempre la barbilla hacia el pecho para evitar que el agua se nos vaya hacia la boca. Que si se va hacia la boca te la tragas y ya está, pero bueno, es para evitarlo.
Una vez terminado Jala neti, pasamos a otra técnica Neti: el Vayu Neti, el secado por aire. Como si hiciéramos Kapalabhati, soplamos con fuerza por la nariz sacudiendo la cabeza hacia delante y hacia los lados alternativamente hasta que hemos eliminado cualquier gotita de humedad.
Entre los beneficios que nos aporta jala neti está la mejora de las alergias, rinitis, sinusitis, asma, migrañas y muchísimas cosas más. ¡Os aseguro que es una auténtica maravilla!
Aquí os dejo otro pequeño tutorial:
JIHVA SODHANA
La limpieza de lengua. Este kriya fue fácil e incluso divertido, aunque un poco asquerosillo. Para hacer Jihva Sodhana usamos un netta lingua, que sería el aparatito ayurveda para la ocasión, o a falta de él, un limpiador de lenguas que te venden en cualquier farmacia, como el de la foto de abajo, que es el que tengo yo.
Te agarras la lengua fuerte con un pañuelo de papel o de tela, tiras de ella y raspas toda la superficie, desde bien adentro hacia fuera, por el medio y por los lados. Hay que ir raspando hasta que la capa blanquecina desaparece y descubrimos una casi desconocida tonalidad rosa. No os imagináis la cantidad de porquería que acumulamos en la lengua. La lengua lleva suciedad y bacterias que pueden provocar caries y mal aliento entre otras cosas. ¡Laváos bien la lengua siempre después de cepillaros los dientes!
Este es otro de esos kriyas que impactan y asustan al personal. De hecho, yo pasé años pensando en él y estremeciéndome. ¿Pues sabéis qué? Que al final no era nada y me sorprendí de lo poco desagradable que es cuando lo haces. ¿De qué se trata? Pues bien, "sutra" significa "hilo" en sánskrito, y es otra técnica de neti, que se refiere a la limpieza nasal, así que... exacto. Consiste en meterse una sonda por la nariz, sacarla por la boca y dar un masajito para limpiar y desincrustar impurezas y suciedad. Creédme cuando digo que sé lo que estáis pensando y lo que estáis sintiendo ahora mismo porque yo pensé exactamente lo mismo hasta que lo hice. Bueno, pues me senté delante del espejo de la sala de yoga con mi sonda naso-gástrica de bebé prematuro (exacto, si a ellos no les duele, a nosotros tampoco) y me dispuse a hacer lo que Swamini Ajna acababa de demostrar. De nuevo me dije "no pienses, no pienses, sólo actúa." Respiré profundamente y empecé a introducir aquel tubito por mi fosa nasal izquierda. Tonterías del tipo "Arghhhh, me va a llegar el tubito al cerebro", "me voy a hacer daño", "¿y si vomito?" empezaron a pasar por mi cabeza en el momento en que empecé a empujar la sonda, pero luego me di cuenta de que sólo hacía cosquillitas. La sonda fue pasando hasta que noté un tope y de ahí no pasaba, no bajaba, notaba que se doblaba. ¡Uff, qué frustración! Pues nada, decidí intentarlo por el otro lado, pero por ese aún sentía más cosquillas y empecé a estornudar. Buff, cada vez que metía el tubito, un estornudo. ¡Qué rabia, oye! Llegados a este punto, Sutra Neti había perdido todo el misterio y ya no me provocaba nada de miedo o aprensión sino muchísima frustración. Tssss, respira, yoguini... Y aquí vino Swamini Danda en mi ayuda: "Cabeza hacia atrás, el tubo que entre desde arriba inclinado hacia abajo y rozando el tabique nasal. Por ahí seguro que pasa." ¡Y vaya si pasó! Oh, ¡por fin lo tenía en la garganta! Vale, ¿y ahora cómo lo agarro? Pues venga, toda la mano en la boca intentando agarrar el extremo de la sonda. Aquí suelen venir arcadas, pero respiras y sigues, como un yogui. Y cuando al fin lo agarras, empiezas el movimiento arriba y abajo, como quien saca brillo a unos zapatos. Cuando estás de un lado, sacas todo el tubo y haces lo mismo en el otro. El otro lado ya no me costó nada porque ya le había pillado el truco, así que fue rodado.
SHANKA PRAKSHALAN
Después de sutra neti nos fuimos a casa a descansar y a prepararnos mentalmente para la limpieza del día siguiente, que fue la más intensa a nivel físico. Shanka prakshalan es un kriya que suele asociarse a Basti. ¿Cuál es la diferencia entre el Basti propiamente dicho y esto? Pues que basti es el lavado de colon (un enema, vamos, pero al estilo yóguico) y el Shanka Prakshalan es un lavado total de todo el tracto intestinal. Por suerte para mí, en mi escuela no se enseña basti (buff, qué alivio).
En qué consiste Shanka Prakshalan? Consiste en ir bebiendo vasos de agua caliente con sal, hacer unos ejercicios específicos para movilizar el agua por todo el tracto intestinal e ir eliminándola al evacuar. Por motivos obvios, este kriya suele ser el más escatológico y desagradable a la vista de todos, aunque no es para nada desagradable o molesto. ¿Sólo sierve para limpiar los intestinos? No, además hace una limpieza profunda de tu organismo a más niveles. En general mejora tu vitalidad, mejora los procesos digestivos, estimula el hígado, limpia la piel y muchas cosas más. ¿Es una súper depuración!
Shanka Prakshalan es un kriya que tenía muchas ganas de hacer, ya que llevaba un tiempo con sensación de pesadez en la tripa. Pensé que una limpieza a fondo me iría bien, y no me equivoqué. Antes de hacer este kriya, nos pasamos una semana comiendo una cantidad enorme de fibra. Las maestras nos enviaron una serie de recomendaciones acerca de qué comer y qué evitar. Así en resumen, diré que me pasé una semana entera comiendo ensalada de primero para comer y para cenar y dos kiwis diarios. Las ensaladas me encantan, pero dos al día me hincharon la tripa de gas (es lo que pasa cuando no masticas bien los alimentos, especialmente si tus horas de comer son con niños, y no son muy tranquilas, que digamos). Y los kiwis... Ah, ¡los kiwis! ¡Puajjj! No me congratulan nada, pero oye, bien que me los comí.
Llegó el día D y nos presentamos todos en el Ashram a las 8 de la mañana en ayunas, con ropita cómoda tipo pijama (para hacer los viajes al baño más prácticos), cargando una garrafa de 8 litros cada uno y una bolsita con una toalla, toallitas húmedas y vaselina. Pusimos el agua con sal a calentar en unas ollas enormes y fuimos a hacer una meditación para ir preparándonos para lo que venía.
Empezamos bebiendo dos vasos de agua y fuimos a la sala a hacer los ejercicios que Swamini Danda y Swamini Ajna nos habían enseñado el día anterior. Bebimos otro vaso y repetimos los ejercicios. Otro vaso y más ejercicios. Y así hasta haber bebido 6. A partir del sexto vaso teníamos que empezar a ir al baño después de hacer los movimientos. Así que a partir de ahí el ciclo era: vaso de agua con sal - ejercicios - cuarto de baño - vaso de agua con sal - ejercicios - cuarto de baño .... y así hasta que lo que saliera por abajo fuera como lo que había entrado: sólo agua. ¿Y cuánto tiempo dura esto? Pues depende de la persona. Los intestinos de cada persona son un mundo. Danda me dijo que lo mínimo suele rondar los 18 o así hasta los 30, dependiendo de cada uno, así que un Shanka Prakshalan bien hecho puede tener una duración de hasta 3 horas.
Aquí os dejo un pequeño clip/ resumen de los ejercicios:
Pues bien, yo fui bebiendo y bebiendo. La media de vasos que la gente suele llevar cuando por fin empiezan a evacuar suele estar en 9, lo que significa que algunos en el vaso 6 ya hacen de vientre y algunos tardan algo más. Pues yo tardé algo más porque el agua no empezó a salir hasta después del vaso 11, y para aquel entonces mi abdomen parecía un balón enorme. Pensad que si un vaso es más o menos un cuarto de litro, yo ya me había metido más de dos litros y medio de agua y aquello no salía por ningún lado. ¿Resultado? Embarazo de agua, jajaja. De verdad, parecía que estuviera de al menos 4 o 5 meses de gestación.
Como ya he dicho, fue a partir del vaso 11 que la cosa empezó a "fluir" con alegría. Vaso - ejercicios - baño, vaso - ejercicios - baño. Y esto duró un rato. El Ashram era un movimiento constante de gente yendo y viniendo de la oficina a la sala, de la sala al baño y del baño a la oficina. A veces me veía un poco apurada porque no me daba tiempo a acabar la serie de ejercicios, ya que tenía que ir corriendo a evacuar, pero en general la experiencia fue bien. Cada vez que bebía un vaso lo anotaba en mi papelito y pensaba que con cada vaso limpiaba mi cuerpo. Llegó un punto en que todo se volvió muy mecánico y ya no pensaba, sólo hacía: vaso - ejercicios - baño. De hecho se convirtió en una especie de meditación en movimiento. Este fue el punto del proceso que más disfruté. El no pensar, el sólo limpiar y limpiar. Eso hasta que mi cuerpo empezó a quejarse un poquito a partir del vaso 15.
Nos habían avisado y nos lo repitieron, que después de cada evacuación nos lubricáramos bien con vaselina para que la sal no provocara escozor, y yo lo hice, pero lo que me provocó más molestias allá abajo no fue la sal sino las toallitas. A partir de ese punto fue cuando empecé a sufrir un poco cada vez que iba al baño. Recomendación por si algún día lo hacéis: pasad de las toallitas, usad agua para limpiaros y secaros muy suavemente y sin frotar con una toalla o una tela de algodón.
El proceso siguió y siguió hasta que después del vaso 22 (¡5 litros y medio!) empezó a salir agua "limpia". ¡Qué alegría! Después de eso, dos vasitos de agua calentita sin sal (madre mía, ¡qué sed tenía para entonces!) y un mini kunjala para vaciar el estómago de cualquier resto de agua salada que pudiera quedar y así parar las evacuaciones. Fui a la sala de meditación a descansar tumbada 30 minutitos y acto seguido engullí felizmente un plato de arroz hervido con mucha mantequilla, que serviría para hacer una capa protectora en mis recién estrenados intestinos. Después de eso he estado unos cuantos días comiendo suave y mimando a mi sistema digestivo, que ahora está limpio y como nuevo.
CONCLUSIONES
¿Cuáles son mis conclusiones después de mi aventura con los kriyas?
Lo más importante es haber superado mis miedos y haber sido capaz de ignorar ciertas aprensiones.
El truco está en la mente. La mente es la que controla tus reacciones, así que controlando tu mente, ningún kriya te supone un problema.
He aprendido a hacer estas técnicas ancestrales del yoga gracias a la ayuda de mis maestras y ahora puedo practicarlas yo sola siempre que lo necesite. Es importante buscar a alguien bien formado para que te explique como hacerlo y te guíe. Por experiencia os diré que, aunque los kriyas sientan genial, esto no es algo por lo que quieras pasar solo la primera vez. El sentir que hay gente acompañándote lo hace mucho más fácil y llevadero.
¡He acabado mi formación de profesora!
Espero haber ayudado a difundir un poco estas técnicas ancestrales y a desmitificarlas. Si eres yogui, sin duda te ayudará saber qué hay detrás de todas esas "cosas raras" que se hacen en la India y puedes tener por seguro que se pueden hacer perfectamente y que no hay para tanto. He querido compartir mi experiencia porque conozco bien la curiosidad y el rechazo que provocan los kriyas. Espero que leer mi testimonio os ayude a decidiros y probarlos. ¡Ya veís que en realidad no son nada y sientan de maravilla! Ah, y... ¡Ni se os ocurra hacerlos solos en casa si no os han enseñado! AGRADECIMIENTOS: Desde aquí doy las gracias a mis maestras, Swamini Danda y Swamini Ajna Vamadevananda por sus enseñanzas, paciencia y dedicación. Y por supuesto, por las fotos y videos que han hecho esto posible. Hari Om That Sat, maestras.
Un saludo y Om Shanti.
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